El propósito es el líder invisible en una orquesta o empresa
Bajo la triple batuta del maestro Marcos Carrillo, de Olga Bravo Luna, profesora invitada del IESA, y de Gustavo Julio Vollmer, presidente Mercantil Servicios Financieros y Mercantil Banco, la Orquesta Sinfónica de Venezuela (OSV) interpretó una analogía sobre liderazgo y música, dedicada a cómo orquestar en un ambiente empresarial.
En el marco del 98 aniversario del Banco Mercantil y gracias a una iniciativa de Amigos Sinfónicos, “La Sinfónica en tu empresa” visitó el IESA, este viernes 19 de mayo, para interpretar un concierto fuera de serie. No fue casual la selección de la sede, pues desde su nacimiento, hace más de 55 años, el IESA se ha dedicado a formar líderes y gerentes responsables. Éste es el corazón y razón de ser de la primera escuela de Gerencia en Venezuela y una de las mejores de Latinoamérica, de la que han egresado miles de “conductores de empresas” y profesionales.
El salón Sánchez del IESA fue el escenario donde se ofreció a más de 200 asistentes una clase abierta para intercalar piezas interpretadas por la OSV con reflexiones y enseñanzas sobre empresas y orquestas. La dinámica permitió ver el liderazgo más allá de una perspectiva unipersonal y llevarlo hasta una visión compartida con los equipos: “El liderazgo consiste más en un sistema que en una persona. El propósito se convierte en el líder invisible que moviliza y hace que sucedan cosas extraordinarias”, indicó en una de sus intervenciones la profesora Olga Bravo, experta en liderazgo y organizaciones.
La profesora Bravo contó con el complemento perfecto de un director de orquestas con experiencia empresarial, pues además de conducir con orgullo, pasión y profesionalismo una de las orquestas más emblemáticas de Venezuela, el maestro Marcos Carrillo es abogado y forma parte de la Lista Oficial de Conciliadores y Árbitros del CEDCA desde el año 2003.
Además de conducir a los músicos, Carrillo presentó al público a la orquesta, explicó cómo funcionaban y dio la palabra a los líderes de cada cuerda: “Hacer música significa desdoblarse; cumplir tu papel, adaptándote y formando parte del equipo. Se trata de escucharnos y mezclar el sonido. No de pensar de manera individual sino en función del grupo. Escuchar la resonancia del equipo para sacarle el mejor provecho; escuchar a cada miembro manteniendo y liderando la estructura, para poder amalgamarnos mejor. Lo mismo ocurre en las empresas”, afirmó la profesora Francis Vásquez, la primera chelista de la orquesta.
En este recorrido musical por el liderazgo, Gustavo Julio Vollmer agregó que en la orquesta y las empresas el elemento humano es sumamente valioso: “Todo pasa por la gente. Cuando se empieza una relación de trabajo, se tienen que buscar estas tres condiciones: Que sea gente buena que te vea a los ojos, que sea gente preparada capaz de ejercer su rol y que sea gente comprometida”, expresó Vollmer.
Como en cualquier melodía, el movimiento final es trascendental para que la obra no quede inconclusa. Este estuvo a cargo de las palabras del profesor emérito del IESA Ramón Piñango, quien coordina con la profesora Bravo la Cátedra de Liderazgo del IESA. El doctor Piñango ha dedicado parte de su carrera profesional a enseñar, investigar y publicar sobre el liderazgo y las organizaciones.
Intervino para señalar que para que haya equipo tiene que haber tres factores: respeto, cultura y liderazgo. Según el profesor, respeto implica reconocer al otro. A la cultura la catalogó como la esencia de todo. En este aspecto reflexionó que aún debemos trabajar por la cultura organizacional de equidad, donde haya más mujeres dirigiendo orquestas y organizaciones. Finalmente, definió el liderazgo como un elemento fundamental, pero desde la perspectiva del grupo: “Yo creo en equipos que lideran organizaciones, no que haya una estrella en el equipo, sino que el equipo sea la estrella y que trabaje por un mismo propósito (…) Si el líder se va y ya no está, la prueba de que fue líder es que su equipo pudo continuar tan bien o mejor que antes”, concluyó.