Apple reflexiona con creativos y activistas sobre el 30 aniversario de la Ley para Estadounidenses con Discapacidades
Desde su creación, Apple ha sido una empresa pionera en la democratización de la tecnología más poderosa a través de productos y servicios diseñados para todos. Desde VoiceOver y Texto a voz hasta Control por voz, Control por botón e incluso Siri, cada producto y servicio en el ecosistema de Apple está diseñado con funcionalidades de accesibilidad integradas.
“La tecnología accesible debe ser lo suficientemente simple”, afirma Dean Hudson, evangelizador técnico de accesibilidad en Apple, que forma parte del equipo original detrás de VoiceOver, el lector de pantalla que permite a las personas con ceguera y problemas de visión navegar por el iPhone y la Mac. “En realidad no debería haber ninguna diferencia entre las cosas que puedo hacer en mi iPhone y las cosas que puede hacer alguien sin discapacidades”.
Para conmemorar el 30 aniversario de la Ley para Estadounidenses con Discapacidades (ADA), los artistas y activistas de derechos de personas con discapacidad, junto con Hudson, comparten sus ideas sobre el progreso de la ley, las tecnologías que utilizan y lo mucho que la sociedad todavía tiene por hacer. A continuación presentamos sus historias personales.
La tecnología me ha dado la gran oportunidad de compartir mi música.
Matthew Whitaker, músico de jazz
Cuando era pequeño, mis padres asistían a grupos de apoyo para padres de niños con ceguera. Fue entonces cuando se enteraron de la ADA. Yo escuchaba el término pero no fue hasta más adelante, cuando crecí, que entendí lo que significaba.
La historia ha demostrado que es necesario contar con leyes que protejan a los ciudadanos de la discriminación por motivos de raza, color, religión y discapacidad. La Ley de Derechos Civiles abrió el camino para la ADA con la promoción de la igualdad. Como estadounidense afroamericano con una discapacidad, valoro ambas leyes por igual. Las dos son igual de importantes para proteger a los estadounidenses contra la discriminación.
Todavía recuerdo el día en que mi padre me dio un iPod touch. Recuerdo que yo mismo aprendí a usar VoiceOver. Estaba tan feliz de poder usarlo todos los días.
Ya sea que esté trabajando en mis álbumes “Now Hear This” y “Outta the Box”, escribiendo una pieza musical, o componiendo o arreglando una canción, sea lo que sea, siempre puedo confiar en diferentes dispositivos y apps que me ayudan.
Cuando estoy listo para grabar mi música, uso Logic Pro X en mi MacBook Pro. Normalmente grabo primero la batería, luego agrego el bajo y después cualquier otra cosa que necesite. Con VoiceOver activado, puedo navegar muy bien por el software. Una vez que la pieza está terminada, puedo compartir el audio. Luego creo música braille usando el software Lime Aloud de Dancing Dots. Este software no sólo produce música braille, sino que también puedo imprimir en partituras para los integrantes de mi banda.
La tecnología no resuelve todas las dificultades que una persona con ceguera se puede encontrar, pero tener acceso a los equipos y apps que necesito en mi vida diaria para crear música y estudiar es un derecho que todo estadounidense con discapacidad debería tener.
La gente, no la tecnología, crea capacitismo. La tecnología perpetuará todas las creencias de sus diseñadores.
Haben Girma, abogada de derechos de personas con discapacidad, conferencista y escritora
Crecí en una comunidad mucho más inclusiva de lo normal. Los instructores me enseñaron a esquiar antes de que tuviera la edad suficiente para preguntarme cómo se esquía si no se puede ver. La cuestión no era preguntar si una persona con ceguera podía hacer algo, más bien era descubrir cómo hacerlo.
Durante mi época como estudiante sordociega en la universidad, fui testigo de cómo los defensores usaban la Ley para Estadounidenses con Discapacidades para obligar a las empresas tecnológicas a hacer accesibles los servicios digitales. Impresionada por el éxito de estos defensores, me sentí inspirada a unirme a ellos. En ese entonces, e incluso ahora, me encontré con muchas barreras en el mundo digital. No por mi discapacidad, sino por las actitudes de los desarrolladores de tecnología que trivializan el acceso de las personas con discapacidad.
En 2010, me convertí en la primera estudiante sordociega en la Facultad de Derecho de Harvard. La tecnología diseñada para brindar accesibilidad me permitió participar en las clases y realizar investigaciones legales. Naturalmente, mis estudios se enfocaron en la ADA y en la tecnología. Durante mi segundo año, el Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito de Massachusetts dictaminó que la ADA contemplaría a los negocios online. ¡Estaba verdaderamente emocionada! En 2013, me gradué, me uní al Colegio de Abogados de California y comencé a litigar casos de la ADA.
Representé a la Federación Nacional de Ciegos en una demanda contra una empresa que diseñó una biblioteca en la que se impedía que los lectores con ceguera leyeran varios de los libros y documentos electrónicos. El caso estableció un precedente legal como la primera resolución judicial en el Segundo Circuito, y la segunda en el país, y sostuvo que la promesa de igualdad de la ADA se extendería a los entornos virtuales. Desde entonces hemos tenido varios casos que respaldan la presencia de la ADA online. Después de participar en los litigios de la ADA durante varios años, me dediqué a la consultoría, a dar conferencias y a escribir. Mis recuerdos, “Haben: The Deafblind Woman Who Conquered Harvard Law,” (Haben: La mujer sordociega que conquistó la Facultad de Leyes de Harvard), tratan de explicarle a la gente lo que es el capacitismo, la creencia generalizada de que las personas con discapacidad somos inferiores a los no discapacitados. Aprender a identificar el capacitismo permitirá a la gente detectarlo y eliminarlo.
Quiero que mi comunidad de mujeres afroamericanas con discapacidad se sienta reconocida.
Tatiana Lee, actriz, modelo, activista de inclusión en Hollywood y dueña de su empresa
Cuando tenía 7 años, mi madre me compró una cámara Polaroid y organicé una sesión fotográfica en mi jardín. Fue entonces cuando descubrí que estaba destinada a trabajar delante de una cámara. Pero hoy en día sigue siendo un tabú incluir a una persona con discapacidad en la publicidad, en el cine, en la televisión o en cualquier medio de la cultura pop.
Cuando llegué a Los Ángeles hace 10 años, la gente me sugería que me hiciera de contactos. Intentaba ir a los eventos, pero literalmente no podía ni entrar a los sitios. No eran accesibles para sillas de ruedas. Película tras película en la que se mostraba una representación de una discapacidad, no había nadie en el elenco que tuviera una discapacidad. Nosotros en la comunidad llamamos a esto “cripping up”. Otras comunidades marginadas reciben apoyo para denunciar la falta de representación auténtica y nadie hablaba de la falta de representación de la discapacidad. Es por eso que fundé Accessible Hollywood. Mi activismo es esencial para el crecimiento y el sustento de mi comunidad.
Soy una empresaria. Dirijo mi propio negocio para afroamericanas con discapacidad y es complicado tratar de manejarlo todo. Al ser una persona con espina bífida, que es un defecto del tubo neural, estoy paralizada de la cintura para abajo, así que uso mis manos para hacer todo. Me ayudan a empujar mi silla, a hacer las tareas diarias como vestirme y escribir en el teclado. Pero, desde poder copiar y pegar en mi teléfono a mi portátil, hasta poner recordatorios en mi HomePod, usar la voz para enviar mensajes de texto, decir “Oye Siri, programa esta reunión” y usar los atajos de Siri para hacer las cosas más rápidamente con mi voz, el solo hecho de tener todo el ecosistema de Apple en mi casa me ahorra mucho tiempo, proceso de pensamiento y energía con las manos.
La tecnología hace mi vida mucho más fácil como persona con múltiples discapacidades, que está construyendo un imperio a tiempo completo. Quiero que mi comunidad de mujeres afroamericanas con discapacidad se sienta reconocida. Durante los últimos 10 años, he logrado mucho en mi carrera de modelo y actriz a pesar de las dificultades. En 2018, fui reconocida por mi contribución a la inclusión en el entretenimiento de Hollywood como la primera mujer de color en recibir la beca para actores Christopher Reeves. Hollywood se está moviendo en la dirección correcta con tantos proyectos fantásticos de cine y televisión con un auténtico retrato de la discapacidad. Me siento honrada por tener la oportunidad de desempeñar un papel importante en el desarrollo de todo esto.
Hay muchas voces detrás de cómo debería trabajar una funcionalidad en los productos de Apple, y todas esas voces son importantes.
Dean Hudson, evangelizador técnico de accesibilidad en Apple
A finales de los años 70, mis hermanos me leían los manuales de las computadoras y yo escribía en los programas. Tenía mucha curiosidad por hacer que las cosas sucedieran en la pantalla. Me dediqué a la informática y tuve que tener una persona de manera presencial en la universidad leyendo la pantalla, porque los lectores de pantalla todavía no existían.
Llegué a Apple en 2006. Cuando mi equipo empezó a trabajar en VoiceOver para el iPhone, se exploraron muchas cosas como lo que sucede cuando tocas los elementos de la pantalla del iPhone. Un usuario con visión puede verlo y decidir dónde debe tocar. Tengo que tocar para poder verlo. Varias iteraciones llevaron a la exploración segura, donde si quieres activar algo en tu iPhone, puedes tocar dos veces en cualquier parte de la pantalla. Cuando el iPhone 3G S se lanzó con VoiceOver en 2009, poco a poco, la gente empezó a interesarse por él, y ahora es increíble ver a personas con ceguera y a todo tipo de personas con discapacidades usando el dispositivo.
Hoy en día la gente usa la tecnología de varias formas. Hay muchas voces detrás de cómo una funcionalidad debería trabajar en los productos de Apple, y todas esas voces son importantes. Hacen que el producto sea mucho más personalizable para los usuarios.
Cuando conoces a alguien tetrapléjico que puede tener su propio departamento y vivir solo gracias a Control por botón, después de necesitar un asistente personal que lo acompañe las 24 horas del día toda su vida, eso es un cambio de vida. Treinta años después de la firma de la ADA, sus beneficios se muestran realmente en resultados como estos. Fui a la escuela y necesité de una persona que me leyera el código en la pantalla, pero ahora la gente puede usar estas herramientas y conseguir un trabajo como ingeniero. Esto es simplemente grandioso.