4 pasos para construir una red preparada para la nube
15 de septiembre de 2016 – Los dispositivos y los servicios digitales están en rápido crecimiento. Para 2020, Internet de las Cosas incluirá 50 mil millones de dispositivos. Cada usuario de estos dispositivos generará 1,5 gigabytes de datos cada día. El coche autónomo promedio creará unos 40 gigabytes de datos por minuto, el tráfico de video aumentará 3,6 veces y el volumen de datos móviles aumentará hasta 1.000 veces¹.
A medida que la nube sea dominada por las máquinas, el aprendizaje automático tomará todos esos datos – datos de conducción, de aviones no tripulados, de los deportes – y empezará a aprender de ellos. Por ello, la memoria, las cosas y los centros de datos estarán todos conectados.
Es hora de transformar las redes e Intel está facilitando el camino con nuevos procesadores, para ayudar a las empresas a ofrecer nuevos servicios en escala y velocidad que solamente funcionaba en nubes públicas más avanzadas.
Ingredientes clave para la nube moderna
El futuro de las cosas conectadas promete cambiar vidas y sociedades para mejor. Sin embargo, el camino para llegar a un mundo totalmente autónomo es complejo y requiere soluciones de extremo a extremo que integran la inteligencia a través de la red, desde cerraduras de las puertas de los centros de datos. Las empresas del futuro deben aprovechar la rápida evolución de las tecnologías, comprometerse a colaborar con nuevos socios, y prepararse para las oportunidades disruptivas.
Es necesario transformar las redes y dejarlas preparadas para la nube. Esta transformación puede ser desarrollada gracias a la arquitectura Intel, mediante el apoyo a la virtualización de funciones de red (NFV) y a las redes definidas por software (SDN). La arquitectura Intel permite sustituir equipos de funciones fijas y de uso privado por cargas de trabajo consolidadas que funcionan con componentes virtualizados y ofrece un control programático mediante estándares abiertos para la orquestación de redes automatizadas, proporcionando agilidad y eficiencia.
Además, para negocios donde la necesidad de innovación en almacenamiento y memoria es imprescindible, las SSDs son excelentes ya sea para servicios al cliente, optimización de las cadenas de suministro, detección de fraudes financieros o investigaciones en medicina de precisión que hacen procesamiento y análisis de grandes conjuntos de datos genéticos en tiempo real. Las SSDs de Intel con tecnología 3D NAND abren más oportunidades de uso en lugar de unidades de disco duro tradicionales y recursos de almacenamiento más rápidos que proporcionan un valor significativo a la nube, permitiendo aún más automatizar y analizar cantidades crecientes de datos para que empresas puedan funcionar más eficientemente.
Paso a paso para transformar su red con arquitectura Intel:
- Sus inversiones en redes a prueba de futuro: Crear una plataforma de arquitectura común y una base con código con código fuente abierto garantiza su extensibilidad en el futuro y reduce los gastos de capital y de operación.
- Mejore el uso de los recursos de la red: La consolidación de las cargas de trabajo sobre la arquitectura Intel, junto con la orquestación inteligente de software, suponen un uso más eficiente de los recursos de la red.
- Obtenga una mayor interoperabilidad de los estándares abiertos: La Plataforma de red abierta Intel® y los programas Intel® Network Builders facilitan una implantación rápida de las soluciones abiertas NFV.
- Instale nuevos servicios más rápidamente para aumentar los ingresos: Flexibilidad sin precedentes de una infraestructura virtualizada y apta para la nube que satisface las necesidades dinámicas del cliente. y SDN.
La familia de procesadores Intel® Xeon® E5-2600 v4 es un ingrediente clave para la nube moderna. Construida basada en tecnología de 14nm, ofrece los ingredientes clave para SDI, incluyendo Intel® Resource Director®, que permite a los clientes pasar para nubes totalmente automatizadas basadas en SDI con mayor visibilidad y control sobre recursos críticos compartidos tales como cachés de procesador y memoria principal. El resultado es la orquestación inteligente y la mejora de los niveles de utilización y de servicios.