La IA juega un papel clave en la ciberseguridad
Esta herramienta no solo mejora la detección de amenazas, sino que también permite una respuesta más rápida y eficiente, protegiendo así a los usuarios de los crecientes riesgos cibernéticos
En la era digital, la Inteligencia Artificial (IA) ha emergido como una herramienta crucial en la lucha contra las amenazas cibernéticas. ESET, una empresa líder en ciberseguridad, ha integrado la IA en sus soluciones para ofrecer una protección más robusta y proactiva contra el creciente número de ataques cibernéticos, ya que, no solo mejora la detección de amenazas, sino que también permite una respuesta más rápida y eficiente a los incidentes de seguridad.
Carlos López, gerente de soporte y capacitación de ESET Venezuela, explica la importancia de configurar adecuadamente las herramientas de protección de datos: “Utilizamos una herramienta para protección de datos, la misma es muy genérica. La configuración adecuada es esencial para lograr una protección efectiva de datos”.
La inteligencia artificial permite a ESET analizar grandes volúmenes de datos y detectar patrones que podrían indicar una amenaza. Según López, “la única manera de detectar esa gran cantidad es utilizando mecanismos de aprendizaje automático. Caso contrario, sería imposible poder procesar ese gran volumen”. La IA puede identificar comportamientos sospechosos y correlacionar eventos que, de otro modo, pasarían desapercibidos.
Utilidad
Un ejemplo de cómo la IA mejora la ciberseguridad es el uso de detecciones por ADN. Así como los humanos comparten un genoma común, el malware también tiene líneas de código que se repiten. “Utilizando esas piezas de código común, se pueden hacer detecciones de malware”, explica López. Esta técnica permite identificar nuevas variantes de malware basadas en similitudes con códigos conocidos.
El Sandboxing es otra herramienta potenciada por la IA. Este método permite ejecutar archivos sospechosos en un entorno controlado, para observar su comportamiento sin riesgo de infección. “El Sandboxing es la herramienta por excelencia para detectar amenazas nunca habidas”, comenta López.
La IA también juega un papel crucial en la detección de spam y phishing. Con la entrada de la inteligencia artificial, los correos maliciosos se han vuelto más sofisticados y difíciles de detectar. “Cada vez son más creíbles los correos electrónicos, cada vez es más complicado detectar. Porque ellos utilizan inteligencia artificial. Nosotros de este lado estamos utilizando la misma herramienta para poder tener unos niveles mayores de detección y de aprendizaje”, señala López.
Aprender y adaptarse
La capacidad de la IA para aprender y adaptarse es fundamental en la lucha contra el cibercrimen. No solo se trata de detectar amenazas, sino de aprender de cada incidente para mejorar continuamente las defensas. “Aprender nos va a ayudar a que estas detecciones sean más proactivas y muchísimo más rápidas”, afirma López.
Es un hecho que la inteligencia artificial ha revolucionado la ciberseguridad, permitiendo a empresas como ESET ofrecer soluciones más efectivas y adaptativas.
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