Medir la inversión social: un desafío real para las empresas
Compañías invierten el equivalente a 2,5% de las ganancias en programas sociales
Lorena Herrera, Gerente Senior de Cambio Climático y Sustentabilidad de KPMG en Chile, está de visita en Venezuela para hablar de diferentes temas relacionados con la Responsabilidad Social Empresarial. La invitada internacional al Simposio de RSE de Venamcham, destaca la importancia de relacionar los programas de inversión social con la estrategia del negocio.
Durante los últimos años, las empresas han realizado cambios en sus estrategias de inversión social y comunitaria. Se han alejado de la filantropía pura y han emprendido nuevos caminos que permiten agregar valor a la sociedad y realizar iniciativas que generen beneficios compartidos en el ámbito financiero, social y ambiental.
“En la actualidad, las compañías deben alinear sus estrategias de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) con los objetivos del negocio. Esto aporta beneficios indirectos como reputación y acceso a nuevos mercados”, indica Lorena Herrera, Gerente Senior de Cambio Climático y Sustentabilidad de KPMG en Chile. Según ella, las empresas pueden utilizar su dinero, sus productos y las habilidades de sus empleados para combatir algunos de los problemas más grandes que enfrenta la sociedad como: la pobreza, la adaptación al cambio climático y el acceso limitado a los cuidados de salud; educación; agua potable y alimentos.
Una clara estrategia de inversión social permite a las compañías enfocar sus acciones de manera más eficaz, esto con la finalidad de maximizar el impacto social. “Las organizaciones han descubierto que desarrollar buenas prácticas de gobierno corporativo, ayudan a hacer más eficiente, ética y transparente su gestión de RSE. No se trata de continuar con las acciones de filantropía, sino de desarrollar compromisos –a largo plazo- con grupos de interés”, expresa Herrera.
Impulsar la transparencia
Llevar a cabo una gestión transparente es cada vez más importante para las compañías que apuestan por una propuesta de gestión de negocio sostenible. La especialista en temas de sustentabilidad y cambio climático asegura que las empresas con mejores gobiernos corporativos son aquellas que logran plantear un modelo de negocio sostenible y pueden reportar cumplimiento de los objetivos con resultados reales. “No se hace nada con tener una gestión impecable, si no se puede medir”, explica.
Estudios realizados por KPMG Global revelan que –durante los últimos años- ha crecido la tendencia por reportar el desempeño de las materias no financieras (Responsabilidad Corporativa y Sostenibilidad), especialmente en regiones como América y Asia Pacífico. Recientemente, la Firma hizo un análisis que involucró a las 250 empresas más grandes del mundo (G250) y las 100 más importantes -en ventas- en países de América como Chile, USA, México, Colombia, Brasil y Canadá. Las conclusiones demostraron un aumento en la emisión de reportes y la presencia de una necesidad social por conocer el desempeño de las empresas, no sólo enfocado en los temas financieros sino en su compromiso social y ambiental.
Por otro lado, KPMG también realizó un amplio estudio relacionado con la inversión social, esto con la finalidad de aclarar cómo las compañías están haciendo su gestión de RSE, qué enfoque le están dando y cómo la están midiendo. Para ello, se analizaron los reportes de las 100 compañías más grandes del mundo y sus fundaciones. La investigación determinó que las empresas invierten el equivalente a 2,5% de las ganancias (libres de impuesto) en programas sociales. Para el año 2013, se realizaron inversiones valoradas en más de doce mil millones de dólares.
El estudio titulado: “El valor de la inversión social” refleja que la mayoría de las compañías se concentra en medir y reportar las contribuciones económicas, donaciones de productos y actividades de voluntariado; pero pocas reportan el impacto de su gestión de RSE. Todas las compañías investigadas discutieron sus datos de entrada y salida detallados, lo cual refleja la necesidad por hacer seguimiento a las contribuciones realizadas y obtener resultados inmediatos.
La publicación también refleja que la mayoría de las empresas poseen estrategias de inversión dispersas. En promedio, cada organización invierte en cinco áreas sociales diferentes, lo que sugiere que no tienen un enfoque bien definido. El análisis revela que 79% de las organizaciones discute sus estrategias de inversión social, pero sólo 32% reporta una estrategia detallada. Según el estudio, las compañías farmacéuticas son las más estratégicas, pues invierten en el área más relevante para su negocio, la salud.
“¿Qué aspectos deben considerar las empresas para elaborar estrategias exitosas de RSE en la actualidad? Relacionar el programa con los objetivos del negocio, identificar los grupos de interés, llevar a cabo actividades duraderas que se puedan medir, tener las herramientas para validar la información que arroja la medición y –finalmente- reportar y comunicar”, explica Herrera.
El proceso de medir y reportar el impacto social puede ser complejo. Sin embargo, las empresas están enfocando sus esfuerzos y dando los primeros pasos para medir los impactos de su inversión social en el tiempo. En tanto se logre perfeccionar los mecanismos de medición de la gestión de responsabilidad social, las empresas podrán ser más eficientes y responderán a las necesidades de la comunidad.