A disfrutar las vacaciones sin descuidar la alimentación de los más pequeños
Descuidos con la dieta pueden llegar a ocasionar obesidad infantil. Opciones deliciosas y rápidas como las frutas, vegetales y fórmulas lácteas fortificadas, ayudan a los niños a estar saludables y activos durante la temporada vacacional
Con la llegada del período vacacional, los hábitos alimenticios de los más pequeños suelen alterarse. El especialista en nutrición humana y metabolismo, doctor Marcelo Quevedo, indicó que en esta temporada la estructura y rutina de alimentación de los niños puede cambiar sustancialmente, desarrollando patrones similares a los de un adulto. “Al no tener control en lo que consumen y no hacer ejercicio, puede comenzar a presentarse sobrepeso y obesidad”, comentó.
El galeno informó que el índice de intoxicaciones por comida y agua contaminada suele aumentar durante la temporada vacacional. Este incremento se lo atribuye a que los niños comen en la calle con más frecuencia y cuando se quedan solos en casa no asean adecuadamente los alimentos antes de ingerirlos.
Asimismo, aconsejó educar a los pequeños sobre la importancia de lavarse adecuadamente las manos antes de comer, además de higienizar adecuadamente las frutas y verduras antes de consumirlas. Algunos de los alimentos que frecuentemente pueden estar infectados con bacterias, virus y parásitos son: ensaladas y carne molida (Escherichia coli), tomate (Shigella flexneri), cebolla (hepatitis A), pollos y huevos (Salmonella enteriditis), pescado (Clostridium botulinum).
Entre el juego y la alimentación
El doctor Quevedo explicó que luego del primer año de vida, la velocidad de crecimiento disminuye y, aunque el nivel de actividad física de los niños se incrementa por el interés en los juegos, la demanda corporal no. También comentó que las comidas interfieren con su actividad exploratoria, por lo que es necesario aprovechar al máximo los pocos minutos que el niño dedica a su alimentación.
“Es necesario proveerlo con alimentos saludables y nutritivos: sándwiches de pollo, rebanadas de queso, leche descremada o formulas lácteas adecuadas para su edad, frutas variadas, vegetales, galletas o panes integrales. Además se debe restringir drásticamente el consumo de papas fritas, refrescos dulces, chocolates, golosinas y comida chatarra”, sugirió.
El especialista aseguró que algunos nutrientes presentes en las fórmulas lácteas fortificadas son claves para el desarrollo y formación de órganos vitales, por lo que es importante su consumo regular. La vitamina A, D y C, hierro, zinc, fósforo, magnesio y biofactores como la luteína, proteínas alfa, ácidos araquidónico y docosahexanoico, son fundamentales para lograr un óptimo crecimiento y ofrecen beneficios para el sistema nervioso central y el desarrollo del tejido visual.
Menú práctico en vacaciones
Desayuno: leche, tostadas o galletas con margarina y mermelada.
Media mañana: una ración de yogurt, fruta, pan integral con jamón, chocolate o queso blanco.
Almuerzo: puede probar con una sopa de auyama, arvejas o lentejas; como plato fuerte puede servir una porción de pescado, carne o pollo, acompañado con papas asadas, ensalada, pasta con salsa de tomate, arroz o vegetales. Para el postre lo ideal es consumir frutas.
Merienda: galletas o pan integral con queso blanco, también puede cambiarlo por yogur, fruta o leche.
Cena: durante las noches es mejor consumir alimentos ligeros como una crema de espinaca, pescado a la plancha, ensalada, fruta o vegetales.